Cuentan los más ancianos del lugar una leyenda de un Marqués de Bóveda, que tenía allá por el siglo XIX poderes especiales en la vista, y por eso siempre llevaba para protegerse unas gafas de sol.
Cierto día de feria en Rubián, como era costumbre pasaban por delante del palacio, los campesinos que llevaban a vender sus animales, y en una de esas, el marqués que estaba asomado en el balcón, le dijo a uno de sus asistentes al ver pasar a un vecino con un par de hermosos bueyes, que si se quitaba las gafas era capaz de matarselos ya que tenía poderes en la vista. Su asistente, no le creyó y para demostrarle que lo que decía era cierto, se sacó las gafas y con el poder que salía por sus ojos mató inmediatamente al par de bueyes dejando al pobre campesino arruinado.