Cuentan los vecinos de la aldea que durante muchos años habitó entre ellos una serpiente de gran tamaño a la que habían visto en numerosas ocasiones y que los tenía atemorizados.
En una de esas ocasiones un vecino la abatió a tiros de escopeta, partiéndole la cola. Otra vecina cuenta de su tamaño cuando la vio en la carretera yendo con sus vacas y la hizo retroceder, a ella y al ganado. Otro vecino de Santalla que iba con el coche también la vio.
Un día estaban unos hombres reunidos en el campo de la Villa y escucharon un ruido :
-PSI PSI-
Al cabo de un rato de nuevo:
-PSI PSI, PSI PSI .
Cuando uno de ellos alzó la cabeza pudo ver al enorme ejemplar sin cola encima de sus cabezas.
Piño es tierra de serpientes. Aunque debido a la contaminación y a los venenos son más escasas en otros tiempos eran muy abundantes. El gran tamaño de ésta que narramos la ha convertido en legendaria pero hay cientos sino miles de historias de serpientes con los vecinos de Piño.
No hace mucho una se enfrentó a mi cuando iba a poner la lavadora. Salí corriendo.
Más valiente fue Anita, la mujer de Castor, del Café. Con noventa años mató a escobazos a una que le había entrado en la cocina.